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El «autismo virtual» podíar ayudar a explicar el explosivo aumento de diagnósticos de trastornos del espectro autista en niños

El «autismo virtual» podíar ayudar a explicar el explosivo aumento de diagnósticos de trastornos del espectro autista en niños

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Crianza

Por Marilyn Wedge, PhD

Nuevos estudios de casos clínicos han descubierto que algunos niños pequeños  que pasan demasiado tiempo ante pantallas -de televisión, videojuegos, tabletas y computadoras-  y tienen síntomas etiquetados de «autismo»  mejoran en sus síntomas cuando los padres eliminan las pantallas durante unos meses.

Un hospital de Rumania fue testigo de un aumento sorprendente en el autismo entre los niños hospitalizados. La causa era desconocida, por lo que un psiquiatra decidió investigar en los registros de datos recogidos por el hospital sobre sus pacientes ingresados. En esos registros encontró una fuerte tendencia: los niños con autismo estaban pasando cuatro o más horas al día viendo algún tipo de pantalla: televisión, computadora, tableta o teléfono. Hoy en día en Rumania, el tratamiento del autismo mediante la retirada de la pantalla se considera rutinario y tiene apoyo público.

Estamos viendo un aumento sorprendente en los diagnósticos de autismo en los Estados Unidos, una tendencia que tiene a padres, profesores y profesionales de la salud mental perplejos y preocupados. Estas estadísticas del Centro para el Control de Enfermedades representan un cuadro completo de las crecientes tasas de diagnósticos: En 1975, 1 de cada 5.000 niños fué diagnosticados con autismo. En 2005, 1 de cada 500 niños. En 2014 (los números CDC más recientes), 1 de cada 68 niños. La última encuesta gubernamental de padres sugiere que hoy el número de niños que viven con autismo puede ser tan alto como 1 de cada 45. Eso significa que hoy en los Estados Unidos los niños tienen 100 veces más probabilidades de ser diagnosticados con autismo que los niños en 1975.

¿Que esta pasando? ¿Qué hay detrás del aumento exponencial en el diagnóstico del autismo? ¿Eliminar las pantallas electrónicas de la vida de al menos algunos niños pequeños puede disminuir su riesgo de autismo o incluso ayudar a reducir sus síntomas después de haber sido diagnosticados?

Dos psiquiatras infantiles francesas, la Dra. Isabelle Terrasse y la Dra. Anne-Lise Ducanda, han creado un excelente video de YouTube que ofrece algunas respuestas. El video se llama: «Pantallas: Peligro para niños de 0-4 años» (en francés con subtítulos en inglés). Hicieron el video basado en estudios de casos clínicos realizados por psiquiatras infantiles en Francia, Rumania y los Estados Unidos.Su intención es advertir a los padres y profesionales de la salud acerca de la marea creciente de «autismo virtual» y proponer soluciones. Su investigación encontró que algunos niños entre las edades de 0 a 4 diagnosticados con autismo se beneficiaron de eliminar su exposición a pantallas electrónicas.

Las Dras. Ducanda y Terrasse estudiaron a los niños que habían sido diagnosticados con autismo en los hospitales. (En Francia, es donde los niños suelen ser diagnosticados con problemas graves.) Los síntomas de estos niños desaparecieron por completo un mes después de haber eliminado el tiempo en la pantalla. «Autismo virtual» es el término que usaron para describir este fenómeno. Los investigadores concluyeron que el tiempo en la pantalla impedía el desarrollo cerebral de estos niños y les impedía desarrollar una vida social normal.

En el video, La Dra. Ducanda señala que los programas de televisión infantiles enseñan al niño a repetir las palabras sin saber qué significan. El niño puede contar, pero no sabe lo que significan los números. Por ejemplo, el niño puede repetir el número tres. Pero si le pides: «Dame tres lápices», no puede hacerlo. Cuando se le muestra una imagen y se le hace una pregunta como «¿Qué está haciendo la niña?» El niño simplemente hace eco de las palabras «¿Qué está haciendo la niña?» En lugar de responder a la pregunta.

Los niños aprenden el significado de las palabras a través de la interacción social, jugando con objetos reales y haciendo que alguien lo mire y hable con él. Una madre dice «ponte tu abrigo y saldremos a dar un paseo» que se asocia con la acción de ponerse un abrigo y dar un paseo, dando a las palabras contexto y significado. El niño aprende sobre el mundo manipulando un objeto o juguete con sus manos, sintiéndolo con su boca y arrojándolo al suelo. El cerebro del niño hace las conexiones neuronales necesarias.

El cerebro de un niño pequeño no puede desarrollarse sin este sentido del tacto y la interacción. La luz y el ruido de las pantallas electrónicas captan la atención del niño, pero no conducen a un desarrollo saludable del cerebro. De hecho, las pantallas son tan seductoras que es difícil para el niño recurrir a otra cosa. En resumen, se vuelve distraído por la pantalla y adicto.

La pantalla también aísla al niño de las interacciones humanas que son necesarias para las habilidades de comunicación y el desarrollo del lenguaje. Peor aún, el ruido y la luz de las pantallas, incluso los dibujos animados, pueden generar emociones dolorosas que el niño apenas puede soportar. Estos sentimientos pueden conducir a un comportamiento violento y agresivo en el niño pequeño.

Lo sorprendente de la explosión en los diagnósticos del trastorno del espectro autista es que se correlaciona con el aumento del uso de la televisión desde 1975 y la revolución digital. En 1975, una familia típica tenía una pantalla de televisión en su hogar. Hoy, con la revolución digital, las familias suelen tener 10-15 pantallas. Además de las pantallas de televisión cada vez más grandes, tenemos computadoras de escritorio, laptops, tabletas, teléfonos inteligentes y reproductores de videojuegos. Las tabletas se anuncian en catálogos de juguetes para bebés de tan sólo seis meses de edad.

Los niños pequeños están expuestos a las pantallas mucho más de lo que recomienda la Academia Americana de Pediatría. La Academia recomienda que los niños menores de dos años no se expongan a las pantallas en absoluto y que los niños mayores se limiten a dos horas al día.

Curiosamente, el auge explosivo del autismo afecta a los niños de todos los países ricos, y sólo en los países ricos. Desde la perspectiva del autismo virtual, tiene sentido que los países que no han experimentado la revolución digital no han experimentado aumentos exponenciales en los diagnósticos de autismo porque sus hijos pequeños no están pasando tiempo delante de las pantallas. La Dra. Ducanda notó que algunos de sus pacientes «autistas»  después de pasar un mes en África, sin pantallas, volvieron sin síntomas.

Cuando las pantallas se eliminan de la vida de algunos niños con diagnóstico de autismo, su desarrollo cerebral puede volver a la normalidad.  Comienzan a jugar como nunca antes, regresan al desarrollo normal. Sobre la base de algunos estudios pequeños, no podemos concluir que esto es cierto para todos los niños. Pero sobre la base de un número creciente de estudios de casos clínicos, es ciertamente verdad para algunos niños. Aunque los científicos no han encontrado un vínculo genético para el autismo, algunos niños pueden estar predispuestos a desarrollar síntomas de autismo.

En un estudio de caso francés, un padre que mostró síntomas parecidos a los de Asperger en su propia infancia «trató» a su hijo de 2 1/2 años, gravemente autista, mediante la eliminación de las pantallas (que estaba viendo de cuatro a seis horas al día). El padre también comenzó sesiones de juego intensivo con su hijo. El niño se recuperó completamente.

Evidentemente, eliminar las pantallas de la vida de un niño pequeño no es una tarea fácil para los padres. El niño tendrá berrinches. El resto de la familia se sentirá incomodada si quiere ver la televisión. En mi propia consulta, a algunos padres les costaba tener el televisor apagado porque les gusta ver sus programas favoritos para relajarse después del trabajo. A estos padres les he sugerido que graban los programas que les gustan y los vean después de que los niños estén dormidos.

Los padres pueden necesitar apoyo para este cambio de estilo de vida. En algunos casos podrían necesitar apoyo de un terapeuta o trabajador social con conocimientos en el desarrollo infantil. Pero cuando los padres hacen los cambios necesarios y pasan más tiempo con sus hijos relacionándose y jugando, los efectos pueden ser increíblemente beneficiosos. Esto es cierto para cualquier niño. Y si un niño está en riesgo de autismo o ya ha sido diagnosticado, la motivación es mayor para eliminación las pantallas durante un mes o más para ver si el cambio produce resultados positivos.

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La Marilyn Wedge, es una terapeuta de familia con décadas de experiencia ayudando a niños y familias. Es autora de tres libros sobre psicología infantil. Su libro más reciente es: A Disease called Childhood: Why ADHD became an American Epidemic (Penguin/Random House Group).

 

 

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