La valiosa función social de los juegos tradicionales

2 Oct

Les invito a ver este vídeo y preguntarse si hoy en día sería posible ver una escena como ésta en un parque o patio de un colegio. Una escena que transcurre sin ninguna intervención ni dirección adulta.

 

¿Por qué son tan importantes los juegos populares?

 

Mucho se habla de los límites como algo que se impone «desde arriba» por una autoridad competente.  Pero hemos olvidado otro tipo de límites, el que supone asumir que para participar en ese juego hay que respetar unas reglas que nadie se puede saltar.   Y si alguien se las salta es el propio grupo de iguales el que toma cartas en el asunto.  Por ello, los juegos tradicionales son una escuela natural de socialización, de integración, de convivencia, de respeto y de aceptación de normas que se asumen de forma natural, sin necesidad de que intervenga ninguna autoridad, y de un modo lúdico y agradable.  Es lo contrario de lo que sucede en los vídeojuegos, donde todo es posible y no hay consecuencias en el mundo real.

Como se puede observar en el vídeo, los niños pequeños no necesitan que se les «enseñe» el juego, observan, imitan y cuando han adquirido la madurez suficiente se van incorporando.  Los mayores inspiran y ayudan a los pequeños. Esta convivencia entre niños de varias edades, de nuevo, tiene un extraordinario valor social, especialmente valioso en la época actual, en la que la división de las clases por año de nacimiento, la reducción del tamaño de las familias y la vida puertas adentro hace que muchos niños sólo se relacionen con niños de su edad, ni mas mayores, ni más pequeños. Esto es una enorme pérdida desde una perspectiva psicosocial.

La desaparición de los juegos tradicionales es también una pérdida cultural, que contribuye a la disolución de la identidad cultural en este mundo globalizado.  Los juegos tradicionales no son una invención de nadie en particular, no son un programa de ordenador, no son «de autor».  Son una expresión genuina y espontánea del alma, la cultura y la creatividad de un pueblo, una forma de cultura popular perfeccionada a lo largo del tiempo y que no solo se observa sino que se vive, se juega, se canta, se disfruta, se comparte, se transmite.

Igual que hemos permitido que la industria agroalimentaria haya hecho desaparecer la mayoría de las variedades alimentarias en todo el planeta para reducirlas a unas pocas controladas por un puñado de multinacionales, también hemos permitido que la diversidad de juegos populares haya sucumbido a la invasión de la industria audiodiovisual, a la colonización del tiempo de la infancia, y también a ese rodillo cultural llamado fútbol, que no es que sea malo ni bueno, sino que lo domina todo, y como todo monocultivo, impide que otras cosas sucedan y barre la creatividad y la diversidad.

El diseño de los cada vez más diminutos, simples y banales parques infantiles es un escollo añadido, sin duda.

Termino esta breve reflexión con esta lúcida afirmación del músico Jordi Savall, perfectamente extrapolable al tema de esta entrada (muchos juegos, además, son cantados):

“Hoy en día pocos niños serían capaces de cantar cinco o seis canciones tradicionales catalanas o españolas. Nos hemos quedado sin lazo con la tierra. No nos percatamos de que cuanto más globales son la vida y la sociedad, más importante resulta que recordemos nuestras raíces e identidad.”

Jordi Savall. La Vanguardia Magazine. 22/03/2015[dt_gap height=»10″ /]

No dejemos que este patrimonio se pierda. Preguntemos a los mayores, investiguemos, todo antes que dejar que nuestros niños dejen de ser protagonistas de su tiempo de juego, queden huérfanos de sus raíces culturales y sustituyan la complejidad, riqueza y diversidad de los juegos atemporales, por el simple consumo de productos de la industria del entretenimiento.

 

Obras:

  1. No localizado
  2. La gallinita ciega. Goya
  3. “Juegos infantiles”, de Pieter Bruegel, 1560.[dt_gap height=»10″ /]

 

Más información:

* Museo del juego.  INEF. Univ. Complutense de Madrid

* Repertorio de antiguos juegos infantiles. Ana Pelegrín. CSIC. 1998

* Cada cual atienda su juego. Ana Pelegrín
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/cada-cual-atienda-su-juego-de-tradicion-oral-y-literatura–0/html/

* 66 juegos populares para educar. Victoriano Yague y otros
http://www.casadellibro.com/libro-66-juegos-populares-para-educar/9788483168073/986093

* Para jugar como jugábamos. Varios autores
http://redined.mecd.gob.es/xmlui/handle/11162/2608